Pocos sectores funcionan mejor que la hostelería en nuestro país. Eso es algo que todos sabemos desde que somos bien pequeños porque, a menudo, acompañamos a nuestros padres y madres a tomar algo durante esta etapa de nuestra vida. Y, a medida que vamos creciendo y nos quitamos de encima el yugo familiar, dicho metafóricamente, por supuesto, acudimos a los bares con compañeros de clase, de trabajo o amigos de toda la vida. El caso es que el bar siempre va a formar parte de nuestra vida con independencia del escalón en el que ésta se encuentre.