La importancia de nuestra imagen y lo que con ella expresamos o causamos a los demás es muy importante, no en vano de sobra es conocido un viejo refrán que dice que “la primera impresión es lo que cuenta”, o como dice la célebre y afortunada frase pronunciada por el escritor y poeta irlandés Oscar Wilde “nunca hay una segunda oportunidad para una primera impresión”. Pues lo cierto es que esto no es nada más lejos de la realidad, ya que de ella va a depender lo que en un principio vean otras personas de ti o lo que tú hagas sentir o transmitas a otras personas, esa primera impresión nos va a marcar para bien o para mal, para un posible acercamiento o un posible adiós, puede ocurrir incluso que antes de que podamos cruzar una sola palabra con alguien ya tengamos una primera impresión preconcebida, por sus gestos, sus modales, su sonrisa, su tono de voz, su forma de vestir, su aptitud…