Después de terminar mis estudios universitarios y tras haber estado ahorrando un dinero trabajando los fines de semana, decidí invertir mi propio proyecto y comenzar una nueva etapa de mi vida como empresaria. Siempre me ha gustado viajar y probar la gastronomía de España, soy de ir a bares y probar sus deliciosas tapas y compararlas unas con otras, pero recuerdo perfectamente que cuando viajé a la zona de Cataluña, no tenían esa costumbre de servir una bebida con tapas. Así que vi mi oportunidad de crear un bar de tapas en Barcelona, capital de Cataluña y la segunda ciudad de España más importante, después de Madrid.
Pero como me enseñaron en la carrera, al crear tu propio negocio tienes que tener una buena idea de todo tipo de normativas y leyes para que luego no vengan los sustos y los impedimentos. Y más aún cuando es una comunidad como Cataluña que tiene sus propias competencias en ciertas materias que no son como el resto del país. Igualmente en los mismos ayuntamientos las normativas administrativas cambian bastante y es completamente imposible saber todo. Debía buscar a alguien que entendiera en derecho administrativo y empresarial en la propia ciudad. Lo primero que hice fue indagar y buscar algún tipo de abogado particular especializado en empresas. Y después de mucho buscar encontré en la empresa de Miguel Durán, abogado especialista en derecho administrativo y relaciones laborales. Cuando montas una empresa e inviertes en ciertas cosas que son importantes como lo es un abogado, tienes que mirar mas su eficacia que sus costes. Y es que Miguel Durán, me transmitió total confianza, me dio bastante seguridad y sobre todo él me facilitó diversas formas de pago. Por lo que decidí contratar sus servicios y que se pusieran desde el primer momento a revisar todos los papeleos necesarios, porque otra cosa no, pero este país temas burocráticos tiene para aburrir, y la verdad que quedé encantada con él.
Otro de mis problemas a la hora de montar una empresa fue el emplear a gente y fue el abogado quien se encargó de hacer todo tipo de contratos, siempre ajustándose al acuerdo entre el empleado y el empresario. Y es que hoy en día se vigila mucho a través de las inspecciones de trabajo que esos empleados tengan todos los documentos necesarios y en regla; y sino es así te puede acarrear una gran multa económica. Pero con mi abogado todo salió perfecto.
Además de lo anterior, otro problema que surge son las licencias de apertura, impuestos y así un largo etc. Pero mi abogado me decía siempre que no preocupase de nada pues él estaba acostumbrado a todo tipo de papeleos y problemas burocráticos, me lo solucionaría todo. Y así fue no tuve ningún tipo de retraso a la hora de entregar documentación en la administración pública.
También se encargo de revisar todos los contratos con proveedores y demás empresas externas. Pues no me imaginaba que en pleno siglo XXI todavía hubiera gente que intenta sacar provecho de personas nuevas e ignorantes en este sentido. Mi abogado al revisar algún que otro contrato me hizo ver como había ciertas imperfecciones en las cláusulas y como eso me perjudicaría a la larga.
Así que lo mejor que pude hacer aparte de dar el paso para convertirme en un nuevo emprendedor fue contratar sus servicios, pues sino hubiera sido por él no podría estar donde estoy. Me aconsejó y me orientó, revisó cientos de documentos, a los que yo no hubiera prestado atención. Todo un profesional en su sector, y muy experimentado. De hecho, amigos míos de la facultad que también quieren realizar sus nuevas empresas en otras zonas de Barcelona al preguntarme por ello, les di su tarjeta y les aconsejé esta misma empresa.
Y por supuesto, decir que, de lo agradecido que estoy, a este abogado y a su equipo, están completamente invitado a mi bar siempre que quieran. Y es que es otra forma de agradecer su esfuerzo y así expresar mi satisfacción con ellos. Se que el cobra sus honorarios por hacer ese trabajo, pero también hay que saber dar las gracias cuando una persona se implica tanto y trata el asunto como si fuera su propio negocio.