¿Cuándo es momento de ir al psiquiatra?

Presentar en un determinado momento un síntoma de carácter psiquiátrico no implica que debamos acudir inmediatamente al médico. Es habitual mostrar ciertos síntomas en algunos momentos y situaciones difíciles a lo largo de la vida.  La señal de alarma ocurre cuando los síntomas se presentan de manera prolongada e impiden a la persona llevar su vida con normalidad, o le suponen un deterioro físico y psicológico significativo.

Es normal sufrir emociones negativas ante los nervios de un examen o la tristeza tras la pérdida de un ser querido en un accidente en Alicante. Pero todas estas situaciones pueden llevarse bajo el tratamiento de nuestro médico de cabecera, sin necesidad de acudir a un especialista.

Cuando el malestar dura varias semanas y se cronifica, especialmente cuando no existe una causa objetiva que lo justifique, puede ser el momento de acudir al psiquiatra. Nos sintamos como nos sintamos, ello no debe impedir que seamos capaces de acudir al trabajo y realizar nuestra actividad, relacionarnos con las personas que nos rodean, disfrutar de nuestra familia y amigos…

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Hay algunos casos en los que la gente que rodea al individuo y que forma parte de su día a día está permanentemente disgustada o infeliz, lo que se transmite en el trato. Este tipo de situaciones puede generar trastornos de la personalidad.

Otro caso en el que es habitual acudir a un psiquiatra es cuando se ha experimentado una crisis de ansiedad o un ataque de pánico (motivo que suele llevar a las personas que lo han padecido a los servicios de urgencias), experimentar miedo o estrés al acudir a lugares públicos con aglomeraciones o cantidad de gente, imposibilidad de permanecer en espacios abiertos o tener miedo a realizar actividades que otras personas realizan normalmente y sin ningún tipo de hándicap. También cuando padecemos trastornos alimenticios o relacionados con el sueño. A estas últimas causas no les suele dar la importancia debida, cuando la alimentación y el descanso son los dos pilares fundamentales de nuestro bienestar.

Otra causa subestimada para acudir a un psiquiatra es el abuso de sustancias, de cualquier sustancia, no solo del alcohol o de las drogas. Cualquier conducta de la que nos hagamos dependientes y no sea una función vital puede ser motivo de visita a una consulta psiquiátrica.

También si somos víctimas de alucinaciones  o si el médico general no encuentra motivos ni pruebas empíricas para la dolencia que le describimos.

Para dar con el psiquiatra adecuado, hemos de tener en cuenta que una visita a una consulta no consiste en que nos escuchen y hagan preguntas durante una hora para terminar recetándonos un fármaco que nos calme, sino que es un especialista a nuestro servicios que debe poner en marcha todos los mecanismos a su disposición para aliviar un malestar psicológico.

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