El bambú: irresistiblemente sostenible

Adquirir productos y artículos derivados del bambú resulta algo muy exótico. Hace unos años, este material, empezó a colarse en nuestras vidas a través de diversos y diferentes objetos que facilitaban la vida cotidiana. Tal es su popularidad que los profesionales de Rolltec, expertos en cerramientos de todo tipo, no han dudado en incorporar en su catálogo productos fabricados en bambú. Son muchas las bondades que ofrece este material semejante a la madera pero con otras propiedades que lo convierten en ideal para fabricar todo tipo de objetos. En este artículo, vamos a hablar sobre todo lo referente al bambú, sus propiedades y características, así como su sostenibilidad ya que se trata de una de las materias primas más sostenibles que se pueden utilizar.

A lo largo de los últimos años, la utilización del bambú en la fabricación de productos sostenibles, biodegradables y de residuo cero ha ido in crescendo de manera considerable. Gracias a que cada vez tenemos mayor conciencia sobre la importancia que tiene hacer un uso responsable de las materias primas y recursos naturales así como de evitar hacer un uso tan masivo de materiales plásticos, se han buscado materiales que sean más respetuosos con el medioambiente. En esa búsqueda, el bambú fue todo un descubrimiento para la industria que pretende ser más sostenible.

Todos conocemos a esta planta herbácea o leñosa,  que asociamos a los osos panda, a la comida china que lo utiliza como ingrediente de sus platos más comunes o a las exóticas hamacas de las playas mas paradisiacas. Quien mas y quien menos, ha visto bambús de todos los tamaños en las tiendas o lo ha tenido en su casa por ser una planta que requiere (aparentemente) pocos cuidados: basta con tenerlo metido en agua y cambiársela de vez en cuando.

Aunque en Europa no es una planta que podamos encontrar fácilmente salvo que se importe, el resto de los continentes, si poseen plantaciones de bambú. Esta planta posee unas propiedades excepcionales que la diferencian de la madera, entre las que podemos destacar su flexibilidad, su resistencia y ligereza y su capacidad renovable. Por si no fuera suficiente, se adapta fácilmente a los diferentes ambientes y tiene un crecimiento mayor y más rápido que cualquier otro árbol de los que se puede aprovechar su madera.

Materia prima de primera

Como ya hemos mencionada, el bambú es una planta, eso hace que de manera automática se convierta en un material biodegradable y compostable, totalmente natural y, por supuesto, sostenible. Como diferencia notable entre los cultivos de bambú y otro tipo de cultivos, hay que resaltar que el bambú no necesita ni fertilizantes, ni pesticidas, ni riego para que crezca. Los bambusales o bosques de bambú, generan mayor cantidad de oxigeno que cualquiera de los sistemas forestales existentes, absorbe una mayor cantidad de CO2 y tiene una velocidad de crecimiento mayor a la de otros cultivos. Siendo así, lógicamente, nos encontramos ante uno de los materiales más sostenibles, rápidamente renovables y ecológicos.

Si observamos el bambú, comprobamos que es anatómica y morfológicamente muy diferente a los árboles normales. Las plantas de bambú poseen un tallo, ramas y hojas, de acuerdo pero ahí, termina la comparación y la similitud con el resto de los árboles. El bambú es hueco, carece de corteza y anillos de año y su diámetro no aumenta a medida que envejece como sucede con los árboles.

Su crecimiento es rápido, alrededor de veinticinco centímetros diarios, por lo que en tan solo seis o siete meses, alcanzan su altura máxima. Algunas especies de bambú tropical, pueden alcanzar los treinta o cuarenta centímetros. Se considera que han madurado lo suficiente como para cosecharlos entre los tres y los seis años. Pasado ese tiempo, los nuevos brotes de bambú se desarrollan de manera natural. Sin duda, esta es otra de las propiedades que posee el bambú y difícilmente igualará otro árbol, su tasa de crecimiento. Además de contar con más de mil usos, el mero hecho de que las plantas sigan emergiendo sin necesidad de replantar, lo convierten en un recurso muy pero que muy sostenible.

Dentro de las variedades de bambú existentes, el Moso es la que se considera más sostenible de todas, siendo la mejor opción a la hora de fabricar productos de uso cotidiano, debido a que posee características especiales. Para conocer un poco más este tipo de bambú, podemos decir que se trata de una variedad originaria de China central, en donde ha sido el material básico y fundamental de su vida cotidiana desde hace milenios. Además de contar con todas las propiedades del bambú, cuenta con una particularidad que marca la diferencia: su velocidad de crecimiento es superior, así como el tamaño que puede alcanzar: entre los dieciocho y los veinticinco metros en cuestión de meses. Razón por la cual, aunque se le corten las cañas para ser utilizadas, las plantaciones de este bambú se mantienen constantes en todo momento.

Por otro lado, la cosecha de este tipo de bambú, no interfiere de ningún modo con la alimentación de los osos panda que, como hemos comentado, se alimentan de esta particular planta. Estos osos tan adorados y adorables, se alimentan de las variedades de bambú de menor altura a las que tienen un acceso más fácil. Mientras que las hojas del bambú Moso crecen a partir de los cinco metros de altura y para los osos panda no son accesibles, las de bambús de otras variedades si lo son.

Residuo cero en los productos de bambú

Conociendo algunas de las propiedades que posee el bambú, no es de extrañar que se utilice cada vez más. Los beneficios del bambú han logrado reemplazar al plástico de un solo uso debido a su sostenibilidad. Mientras que el plástico suele utilizarse y desecharse, los productos fabricados con bambú, son usables y reutilizables, aparte de ofrecer una gran resistencia y durabilidad.

Si bien estamos ante un material muy utilizado en la fabricación de productos de uso cotidiano de carácter ecológico y sostenible como pueden ser cepillos de dientes, bastoncillos, peines o tiritas, el bambú es tan versátil que cada vez gana más terreno en el sector de la construcción y la fabricación.

Tanto en la fabricación de casas en donde puede formar parte de los suelos, los revestimientos o incluso el mobiliario, como en la industria textil, donde podemos encontrar ropas confeccionadas con fibras de bambú. Igualmente, el bambú está siendo empleado para la producción de energía.

Si nos ceñimos al sector de la construcción, el bambú puede ser utilizado para la construcción de edificios, casas, puentes, muros, techos, estructuras, decoración… Basta con mirar a las zonas tropicales para comprobar como el bambú ofrece una serie de posibilidades constructivas insuperables, en cuanto a diseño y calidad.

Debido a la fortaleza propia de la caña de bambú, es posible utilizar este material para edificaciones de todo tipo. Su estructura celular es única y le confiere una gran resistencia. Contiene silicio, elemento que le otorga fuerza y durabilidad, así como su elevado contenido en humedad permite que sea resistente a los daños producidos por los hongos y bacterias.

Este material proporciona una nueva visión del mundo de la construcción donde las posibilidades aumentan y permite realizar otro tipo de arquitectura. Se iguala a materiales tan populares como el mimbre o la caña, tradicionalmente utilizados para fabricar objetos, pero que están adquiriendo nuevos usos, habilidades y funciones.

El caso concreto del bambú en la construcción, se ha visto demostrado a lo largo de los siglos. Las construcciones realizadas con este material, son resistentes y perdurables. Zonas como Asia donde el bambú es abundante y su uso es muy habitual, dejan patente su usabilidad para este fin.

Dentro de sus cualidades y características técnicas, podemos destacar que el bambú se considera un excelente material para la construcción debido a su densidad, variable entre los quinientos y novecientos kilogramos por metro cubico. Esta densidad es inferior a la de la madera, lo que lo convierte en un material ligero.

Su resistencia a la tracción puede alcanzar hasta las veintiocho mil psi (pound-force per square inch), comparable a algunos tipos de acero. Posee igualmente una elevada resistencia frente a la compresión y una excelente elasticidad que permite que resista a las posibles deformaciones elásticas bajo cargas pesadas. También cabe señalar su resistencia natural frente al fuego aunque esta puede variar en función del tratamiento que reciba y la especie de bambú en concreto.

Absorbe la humedad por lo que requiere un tratamiento para su mantenimiento en condiciones óptimas, pero ofrece una baja conductividad térmica que lo convierten en un excelente aislante térmico. A su vez, su bajo coeficiente de expansión térmica permite mantener su estabilidad frente a las diferentes condiciones climáticas. En cuanto a sus propiedades acústicas, posee una buena absorción acústica, gracias a su particular estructura hueca y segmentada.

En algunos aspectos, este material natural y sostenible, presenta mejores comportamientos que los de la propia madera, el hormigón o el acero. En resumen, las características del bambú hacen que sea un material ideal para construir y fabricar infinidad de estructuras y objetos. Ofrece ventajas indiscutibles frente a otro tipo de materiales y, por supuesto, lo más importante: es sostenible al cien por cien.

 

 

 

 

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