Los tratamientos de blanqueamiento dental se han convertido en uno de los servicios más demandados, ya que se realiza mediante una técnica sencilla y que ofrece al paciente unos resultados plenamente satisfactorios en un corto espacio de tiempo, convirtiéndose así en la actualidad en un tratamiento estrella de la estética dental.
Una muestra del interés que este tema siempre suscitó es que hay constancia de que las antiguas civilizaciones como la egipcia o la romana, utilizaban ya una mezcla de piedra pómez machacada junto con vinagre para blanquear sus dientes, aunque el primer informe que se tiene sobre el blanqueamiento dental data del año 1877, sin embargo, no fue hasta finales de la década de los años 80 cuando se popularizó.
¿En qué consiste un blanqueamiento dental?
En primer lugar, debemos dejar claro que un blanqueamiento dental debe ser siempre realizado bajo la supervisión de un dentista y solamente así será seguro y fiable, teniendo la completa seguridad de que el esmalte que recubre el diente no se daña ni la incerteza de que podamos empeorar una patología previamente existente como una caries o una gingivitis. En la consulta del dentista, este nos indicará que podemos realizar el tratamiento de dos maneras:
- En la consulta. Este procedimiento generalmente es el más costoso económicamente, necesitándose entre media hora y una hora por cita, hasta llegar al color que se desee. En ella el especialista aplica una solución blanqueadora sobre los dientes, después de proteger los cuellos de los dientes y las encías, que activa con la aplicación de una luz especial, como la luz ultravioleta utilizada en la clínica que nosotros os recomendamos y que no es otra más que clínica dental David Alfaro, de Albacete, donde con una sola sesión se puede conseguir el mejor blanqueamiento dental, consiguiendo además restaurar el color natural de los dientes mediante la eliminación de todas las manchas profundas con una limpieza dental ultrasónica y el chorreado con bicarbonato.
- En nuestro propio domicilio, de forma ambulatoria. Es el método generalmente más utilizado, mediante este proceso el dentista toma una impresión de los dientes y realiza con ella una cubeta especial, la cual se debe rellenar con un material blanqueador que se aplicará diariamente durante el tiempo que el especialista nos indique.
El color de los dientes, al igual que el color de la piel o de los ojos, varía de unas personas a otras. Está condicionado genéticamente y en función del grosor de la dentina y de su calidad o grado de mineralización. Por ello, algunas personas tienen unos dientes más amarillentos que otras. Sin embargo, también existen algunos factores que influyen y alteran el color natural de los dientes, originando unas manchas superficiales denominadas extrínsecas, que pueden ser causadas por:
- El tabaco. La nicotina, el alquitrán y otros aditivos que contiene el tabaco se adhieren a los dientes tiñéndolos y formando un depósito oscuro sobre ellos.
- El consumo de café, té o vino tinto. Estas bebidas tienen el efecto de oscurecer y amarillear nuestros dientes ocasionando manchas en el esmalte dental. El vino tinto y el café poseen una sustancia denominada cromógeno, que tiene la capacidad de adherirse al esmalte dental y manchar los dientes.
- Consumo de alimentos como cerezas, arándanos o moras. Por su alto contenido en pigmentos.
- Refrescos y bebidas isotónicas. Debido a su alta concentración de ácidos, estas bebidas ocasionan severos daños al esmalte dental.
Otro tipo de manchas son las denominadas intrínsecas, generalmente de color blanco o grisáceo con forma de líneas sobre el esmalte dental y que pueden estar causadas por:
- Tratamiento con antibióticos, especialmente la tetraciclina, durante el periodo de formación de los dientes.
- Consumo en flúor en exceso.
- Traumatismo dental que provoque la muerte del nervio dental o en el que tanto la pulpa como la dentina dejen de recibir suficiente sangre y oxígeno, y por tanto tienda a oscurecer.
- La edad. En las personas con edad avanzada solemos apreciar un color cada vez más amarillento, esto es debido a que por el lógico desgaste dental su esmalte dental tiene un espesor mucho más fino.
Otras soluciones alternativas al blanqueamiento dental
Además del blanqueamiento dental, el dentista puede utilizar carillas estéticas para cubrir la superficie de los dientes manchados o que han sufrido algún tipo de traumatismo y se encuentran rotos o sufren alguna deformación. Estas carillas pueden estar realizadas con resinas de composite o de porcelana y sustituyen a los tratamientos de blanqueamiento dental que os hemos mencionado a lo largo del post.