El vino es un producto natural que se ha consumido desde los tiempos más remotos. El documento arqueológico más antiguo que se conoce sobre la historia del vino se descubrió en las montañas de Zagros, en Irán, cuando se encontró un jarrón de barro, de unos 5.500 años de antigüedad, en cuyo fondo se depositaban restos de vino. Si bien fue el Imperio Romano y sus tropas quienes extendieron el cultivo de la vid y la cultura del vino por toda Europa. Una cultura que se mantiene hasta la actualidad, siendo, prueba de ello, las diferentes denominaciones de origen que tenemos en nuestro país, así como en otros como Alemania o Francia, sobre este producto.
En este sentido, alrededor de la vid existe un importante negocio vitivinícola y son muchas las empresas que centran su actividad en este producto. Por eso, si vosotros también queréis formar parte del negocio de la uva, nosotros os recomendamos que acudáis a Plantvid, dado que ellos son un referente en la elaboración y comercialización de plantas de vid y, a través de su tienda física o de su tienda online, se pueden adquirir cualquier variedad de plantas injertadas, cepas de vid y vid para plantar.
La ingesta de una cantidad diaria de vino no constituye un defecto, sino al contrario, puesto que se trata de una virtud que aporta grandes beneficios al organismo. Y muchos de estos beneficios están ligados a la presencia de un componente como es el resveratrol, un antioxidante que neutraliza la acción de los radicales libres y que se encuentra en la piel y las semillas de las uvas. Un estudio llevado a cabo en la Universidad John Hopkins concluyó que niveles altos de resveratrol pueden proteger el cerebro durante un infarto cerebral. A esto también se une el alto porcentaje de minerales que el vino aporta a nuestro organismo, como pueden ser:
- El litio, que equilibra nuestro sistema nervioso.
- El magnesio, ayuda a reducir el estrés.
- El zinc, que mejora las defensas inmunitarias del organismo.
- El potasio y el calcio, que mejoran el equilibrio iónico y eléctrico del cuerpo.
A todo ello se unen otros muchos beneficios, como la prevención de enfermedades, entre las que se encuentran las siguientes:
- Reduce el riesgo de sufrir diabetes tipo 2. Estudios demuestran que un consumo bajo o moderado de vino puede asociarse con un menor riesgo de sufrir diabetes tipo 2, mientras que un consumo elevado o excesivo puede dañar la salud.
- Favorece la digestión de los alimentos. Una pequeña cantidad de vino puede estimular la mucosa digestiva para hacerla segregar más jugos gástricos, los cuales favorecen la digestión.
- Reduce el riesgo cardiovascular. Estudios publicados en la prestigiosa revista Clinical Nutrition, muestran el incremento del número de células endoteliales en la sangre, las cuales actúan como defensa frente al daño en la superficie de los vasos sanguíneos, reparándolos y reduciendo los niveles de inflamación, con lo que se incrementa el HDL, conocido como colesterol “bueno”. Se estima que el consumo diario de 100 a 200 ml. de vino disminuye el riesgo de muerte de infarto de miocardio.
- Ayuda a prevenir enfermedades como el alzhéimer. Investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha publicaron en la revista científica Free Radical Biology and Medicine los resultados de un estudio que señala que los antioxidantes presentes en el vino disminuyen e incluso bloquean el estrés oxidativo que está relacionado con patologías neurodegenerativas como la enfermedad de alzhéimer.
- Reduce el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Un consumo moderado de vino se asocia con una baja incidencia de padecer determinados tipos de cáncer como cáncer colorrectal, cáncer de próstata…
- Fortalece la densidad ósea. Un estudio de la Universidad de Tufts en Boston (EE.UU.) demostró que las mujeres que beben vino tienen menos posibilidades de perder masa ósea debido al efecto positivo del vino sobre la densidad mineral ósea.
- Es un potente aliado contra la depresión. Estudios recientes demuestran que las personas que consumen vino de forma moderada son menos propensas a ser diagnosticadas de depresión.
- Retrasa el envejecimiento. Debido a sus propiedades vasodilatadoras el vino retrasa el proceso de envejecimiento.
Los elogios al vino a lo largo de la historia
Muchos fueron los personajes que a lo largo de la historia han elogiado las grandes propiedades del vino, así por ejemplo el astrónomo y matemático del Renacimiento Galileo Galilei escribía: “El vino es la salud del sol, unida por el agua”, mientras que el máximo representante del surrealismo, el pintor Salvador Dalí, decía: “Un gran vino requiere un loco para hacerlo crecer, un hombre sabio para velar por él, un poeta lúcido para elaborarlo, y un amante que lo entienda”. Por su parte, el poeta británico del romanticismo Lord Byron recitaba: “El vino consuela a los tristes, rejuvenece a los viejos, inspira a los jóvenes y alivia a los deprimidos del peso de sus preocupaciones” o el novelista francés Alejandro Dumas escribía: “La comida es la parte material de la alimentación, pero el vino es la parte espiritual de nuestro alimento”.