Historia de los zapatos de tacón

Nunca unos centímetros de más crearon tanta expectación como con la llegada de unos tacones. Su solo nombre evoca su sonido golpeando firme pero suavemente el suelo, evoca la sensación de feminidad. Nunca unos centímetros de más hicieron extender  la idea de que cualquier mujer tiene unos zapatos de tacón.

Sin embargo, su historia es más bien masculina. Aunque desde antiguo el hombre ha estado interesado en “crecer” físicamente ganando altura gracias a plataformas sobre los pies, lo cierto es que algunas de las leyendas históricas más conocidas relacionadas con este tipo de zapato se atribuyen a personajes franceses de los siglos XVII, XVIII y XIX, como fueron Luis XIV y Napoleón Bonaparte. Se dice que ellos fueron usuarios habituales de zapatos con una plataforma, que serían los predecesores de los tacones habituales. La moda expandió esos zapatos tan especiales a las mujeres, quienes finalmente se han apropiado de este calzado.

La alta costura lo ha rescatado siempre y lo ha actualizado y con el tiempo, se ha convertido en un símbolo femenino, arma de seducción, protagonista en la literatura (cuentos como Cenicienta) o calzado preferido por los fetichistas. Introducido como elemento principal  y obligatorio en muchos códigos de vestimenta en lugares dispares, también es objeto de debate por parte de estudiosos, pues no es más mujer quien más tacón lleva.

No obstante, y hablando ya en clave de moda, los zapatos de tacón son buenos acompañantes de la ropa de mujer. Poniendo la guinda a un vestido sobrio o como colofón de un conjunto más que atrevido, los zapatos de tacón están en el punto de mira tanto o más que un vestido o el peinado, de la mano de críticas de moda, revistas, blogueras y, por supuesto, consumidoras y amantes de la moda. Unos zapatos elegantes pueden arrebatar el protagonismo a un vestido de gran firma. Por ejemplo, cuando se pusieron de moda los zapatos color nude (o color carne, en castellano), es fácil recordar que salieron en revistas de moda e incluso quién los llevó, pero quizá cueste más trabajo recordar con qué peinado o maquillaje los combinó. Una muestra de la importancia del calzado es que los fabricantes de ropa de mujer procuran reservar un espacio a la imaginación o al catálogo para los mismos.

Actrices, cantantes, celebridades en general se alían con un buen par de zapatos de tacón para crear una imagen elegante o simplemente, buena. Aunque por supuesto, hoy hay quien los prefiere para la creación de su propia imagen o de una idea transgresora.

Incómodos o herramienta de seguridad. Apto para todas las situaciones cotidianas, estiliza y mejora la figura de la mujer. La extensión de su uso ha llevado a la creación de los más diversos modelos, que varían en su forma y por supuesto, en su altura. Sandalias con tacón para el verano, botines con tacón para el invierno. Pero si hay un terreno en el que ganan los tacones, es en los eventos de importancia.  Los zapatos de fiesta suelen recurrir al tacón y en todo tipo de celebraciones estos suelen ser la opción  más común para embellecer el conjunto.

En definitiva, ese calzado que hace que la mujer gane en altura y sensualidad, lleva muchos años consolidado como elemento de importancia en el vestuario de la mujer convencional, con todas las perspectivas de continuar durante aún más tiempo.

 

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