La importancia de nuestra imagen y lo que con ella expresamos o causamos a los demás es muy importante, no en vano de sobra es conocido un viejo refrán que dice que “la primera impresión es lo que cuenta”, o como dice la célebre y afortunada frase pronunciada por el escritor y poeta irlandés Oscar Wilde “nunca hay una segunda oportunidad para una primera impresión”. Pues lo cierto es que esto no es nada más lejos de la realidad, ya que de ella va a depender lo que en un principio vean otras personas de ti o lo que tú hagas sentir o transmitas a otras personas, esa primera impresión nos va a marcar para bien o para mal, para un posible acercamiento o un posible adiós, puede ocurrir incluso que antes de que podamos cruzar una sola palabra con alguien ya tengamos una primera impresión preconcebida, por sus gestos, sus modales, su sonrisa, su tono de voz, su forma de vestir, su aptitud…
Estos que os mencionamos son solo unos pequeños detalles que acaban por ofrecernos una imagen que nuestro instinto analiza buscando un acercamiento o un rechazo. En efecto cuando vemos a una persona por primera vez, nuestro cerebro, en cuestión de 10 o 20 segundos, ya le ha hecho un escaneo instantáneo, la ha etiquetado y clasificado, a veces en función de nuestros recuerdos o momentos pasados, si nos recuerda a algo o alguien que nos haya resultado beneficioso, agradable estaremos predispuestos a acogerlo, a trabar una relación cercana, si por el contrario nos rememora algo de nuestro pasado que nos haya producido un sufrimiento o nos haya hecho daño casi automáticamente el rechazo está asegurado.
Una de las personas más influyentes y reconocidas a nivel mundial del sector del marketing y las nuevas tecnologías, es el psicólogo norteamericano Guy Kawasaki, también conocido por sus célebres frases como “gustarás a más gente si crees que la gente es buena”, “la paciencia es el arte de ocultar tu impaciencia”…, o por ser un reconocido escritor de libros, entre los que se encuentran “El arte de empezar”, “La regla del 10/20/30” o “El arte de cultivar” en el que se encuentra la frase “empecemos por la primera impresión que causas, hay cuatro factores que contribuyen a que sea buena: tu sonrisa, tu vestimenta, tu apretón de manos y tu vocabulario”. Analizando cada uno de estos factores por separado podemos encontrar que:
- La sonrisa. Una simple sonrisa significa mucho, se dice que enriquece a quien la recibe sin empobrecer a quien la ofrece, por lo que es un importante elemento de comunicación no verbal, que nos abre las puertas de la otra persona y nos proporciona una agradable bienvenida, causando una sensación cómoda y positiva en los demás, a la vez que ofrece una imagen de seguridad y confianza en nosotros mismos. Se estima que, en una entrevista de trabajo, la comunicación no verbal es un factor sumamente importante, ya que solamente el 7% de la información que se proporciona se atribuye a las palabras y el 93% restante a la comunicación no verbal.
- La vestimenta. El estilo, la pulcritud o la forma de vestir de una persona nos puede transmitir y generar confianza, seguridad, profesionalidad, a la vez que nos puede proporcionar información del nivel económico de la persona, de su estado de ánimo o de su nivel de éxito profesional. Una persona desaliñada y con aspecto descuidado, en general produce un rechazo porque no nos gusta lo que vemos. Una vestimenta actual, moderna, cosmopolita, de calidad… y, sobre todo, con unos precios muy ajustados es lo que la mayoría de nosotros necesitamos, por eso, para cumplir con todos los estándares de calidad, nosotros os recomendamos que visitéis H.G., puesto que nos puede ayudar a ofrecer esa buena imagen que buscamos gracias a la experiencia que tienen en el sector de la moda, así como la competitividad de sus precios les hace ser una de las mejores opciones del mercado.
- Apretón de manos. Es una forma de saludo y despedida aceptada a nivel mundial y una fuente de comunicación no verbal que puede transmitir entusiasmo, frialdad, autoridad, sumisión…, es importante acompañarlo de una buena sonrisa y establecer contacto visual con la otra persona.
- Los gestos, el manejo de las manos, la entonación y por supuesto el vocabulario hará que los interlocutores se sientan cómodos y seguros o comiencen a experimentar incomodidad con la situación.
La imagen más allá de lo convencional
Numerosos han sido los personajes públicos y famosos que han creado su propia marca personal, podemos hablar de Karl Lagerfeld con sus icónicas e impenetrables gafas negras unidas a sus impecables camisas blancas con traje negro, Carolina Herrera con sus exquisitas camisas blancas y faldas negras o Angela Merkel con sus famosas chaquetas. Por ello, no siempre es necesario ir vestidos igual que los demás, puesto que en el caso de que no encontremos algo que se adapte a nosotros, siempre podemos optar por diseñarlo o por buscar en otros proveedores de moda.
