Si abriésemos cualquier enciclopedia dentro de unos años (si es que internet no ha acabado con ellas) y buscásemos la palabra crisis económica, encontraríamos como ejemplo la crisis de dos mil siete, que parece que ya deja de ser tan relevante en las noticias gracias a la recuperación económica.
La realidad es que la crisis ha servido para sacar a la luz una gran cantidad de problemas y situaciones sociales que no impiden avanzar en muchos aspectos fundamentales. Simplemente basta con recordar los escándalos de corrupción, la financiación de los partidos políticos o simplemente los juicios contra políticos, para ver que la sociedad ha recibido un gran escarmiento.
Pero sin duda, una de las situaciones ejemplares que podríamos encontrar en la mencionada enciclopedia si buscásemos la palabra evasión, sería la de evasión fiscal. En los últimos años hemos visto una gran cantidad de tramas cuyos nombres han sido tan poco graciosos como ver cómo el dinero de los impuestos se quedaba en paraísos fiscales.
Los Gobiernos y instituciones como la Unión Europea o la OCDE han realizado grandes esfuerzos para llevar a cabo reformas en los sistemas fiscales para evitar las fugas de capitales con el fin de evadir impuestos. Esto cobra mucha importancia hoy en día debido al uso de las nuevas tecnologías que facilitan el movimiento de capitales de manera realmente veloz.
Si nos ponemos a observar cual ha sido el iter de las reformas fiscales veremos como las reformas han acabado sentando en el banquillo de los acusados a una gran cantidad de empresarios. Pero no solo empresarios se han sentado para declarar sobre delitos fiscales, sino que también los asesores fiscales se han visto afectados.
Los asesores fiscales están sufriendo una persecución para ver si sus consejos se adaptan a las leyes. Lo que nos hace plantearnos la importancia de contar con el asesoramiento de empresas especialistas como Gestoría Toledano, una asesoría en Alicante que desde 1972 ofrece servicios en el ámbito de la gestión administrativa y asesoramiento en empresas.
Los límites al asesoramiento
La línea que divide los conceptos de asesoramiento, o diseño de estructuras legítimas de optimización fiscal, y aquello que puede considerarse complicidad o inducción al fraude fiscal del cliente, es una línea delgada, y hasta sutil en algunos casos. Esto da como resultado un panorama judicial en que las imputaciones o investigaciones a los asesores por hechos de sus clientes, están a la orden del día.
A veces incluso son los propios clientes, quienes, por señalan a sus asesores como los que decidieron o como los inductores de las estructuras de ahorro fiscal que hayan podido traspasar la legalidad. Casos sonados y destapados recientemente, son buena muestra de ello. Por tanto, cabe hacerse la pregunta de cómo las asesorías deben realizar su trabajo sin asumir responsabilidades.
Con carácter general, la Jurisprudencia señala que el asesor fiscal carece de responsabilidad si mantiene su actuación dentro de una cierta «neutralidad» o de lo que llama el «estándar» de su profesión. Esto naturalmente, ante la casuística infinita que presenta la práctica profesional, y los diferentes da pocas pistas sobre dónde se encuentran los límites y abre la puerta a toda clase de ambigüedades.
Básicamente puede decirse que, cuando el asesor fiscal rebasa ese «estándar», se adentra en el terreno de lo sancionable, porque se supone que su trabajo consiste en asesorar sobre lo que ordena la norma tributaria, sin prestarse a desvirtuarla o retorcerla para conseguir beneficios ilícitos a su cliente.
No cabe duda de que, en muchos casos, esa extralimitación o salida del «estándar» del asesor fiscal es fácilmente reconocible, y de hecho esas son las que han dado lugar a la mayor parte de las condenas. No obstante, las citaciones judiciales a los asesores se producen igualmente y la inseguridad jurídica está servida.
Sin duda la fuente más peligrosa de responsabilidad para el asesor viene dada por las llamadas operaciones de ingeniería fiscal, es decir, cuando diseña para su cliente una estructura compleja, que pueda suponer un dispositivo más o menos sofisticado para eludir impuestos o defraudar a la Agencia Tributaria.
La insegura situación jurídica de los asesores fiscales se ve empeorada por el criterio establecido por sentencias como una reciente de la Audiencia Provincial de Valladolid, que ordenan la pérdida de la cobertura del seguro de Responsabilidad Civil del asesor fiscal, en los casos en que se entienda que, solo o con su cliente, ha actuado al margen de la legalidad.