Por qué acudir a un mediador durante el divorcio.

A veces en la vida, por desgracia, tenemos que vivir de forma directa o indirecta momentos tensos e incómodos en los que las emociones suelen estar a flor de piel. Una de las situaciones que generan mayor tensión entre los miembros de una familia, además de las luchas por las herencias, es sin duda el tema del divorcio. ¿Sabías que en España se registraron 24.404 divorcios solo en la segunda mitad de este pasado año 2023? Increíble pero cierto.

¿Cómo afecta el divorcio a la familia y el entorno?

Las consecuencias de un divorcio o separación para los miembros de una familia pueden ser muy profundas, ya que acaban afectando tanto a adultos como a niños. Y es que, la fuerza de su impacto puede abarcar desde aspectos emocionales, hasta aspectos económicos, y para superarlo se debe de crear un proceso de adaptación para todos y cada uno de la familia, el cual puede llegar a ser terriblemente difícil para todos.

Desde el punto de vista emocional, los adultos que atraviesan un divorcio suelen experimentar una gran variedad de emociones que van desde la tristeza y el dolor hasta la ansiedad y la incertidumbre sobre el futuro. La pérdida de una relación íntima y la reconfiguración de la vida cotidiana pueden generar un estrés emocional significativo.

Para los hijos, la separación de sus padres puede tener un impacto emocional duradero, puesto que los niños suelen experimentar sentimientos de confusión, ansiedad, tristeza y en algunos casos, culpabilidad. A causa de esto, su estabilidad emocional y seguridad pueden verse afectadas, especialmente si la relación entre los padres es conflictiva.

A nivel social, las separaciones pueden cambiar las dinámicas familiares y las redes de apoyo, esto se debe principalmente a que la adaptación a nuevas estructuras familiares, como vivir en hogares separados, puede requerir tiempo y esfuerzo. Además, no olvidemos que el divorcio puede influir en las relaciones con amigos y otros familiares, alterando las interacciones sociales.

En términos económicos, la división de bienes y las obligaciones financieras pueden generar tensiones adicionales, y es que la necesidad de establecer acuerdos sobre la manutención de los hijos y el reparto de bienes puede afectar a la estabilidad económica de ambas partes, lo que a su vez perjudica al bienestar general de la familia.

Formas de resolver este conflicto.

Es crucial destacar que, a pesar de estos desafíos, muchos individuos y familias encuentran maneras de superar las dificultades asociadas con el divorcio, por eso, la intervención de profesionales como terapeutas familiares y mediadores puede ser imprescindible para facilitar la comunicación, gestionar conflictos y apoyar la adaptación positiva a los cambios.

Los divorcios se pueden resolver de varias maneras, y la elección del método suele depender de la naturaleza de la relación entre las partes, así como de los aspectos legales y emocionales involucrados.

  1. Divorcio de mutuo acuerdo:
    • Negociación entre las partes: cuando ambas partes están dispuestas a cooperar, pueden trabajar juntas para llegar a un acuerdo en aspectos como la división de bienes, la custodia de los hijos y la pensión alimenticia. Este proceso suele ser más rápido y menos adversarial.
  2. Mediación:
    • Intervención de un mediador: como afirman los profesionales de Coma&Roig, un mediador neutral puede facilitar la comunicación entre las partes y ayudarlas a llegar a acuerdos mutuos. La mediación puede ser una opción eficaz para resolver disputas y reducir el conflicto, convirtiéndolo en un proceso más colaborativo.
  3. Colaboración:
    • Asesoramiento legal conjunto: ambas partes contratan a abogados, pero se comprometen a resolver los problemas fuera de los tribunales, por tanto, este método fomenta la cooperación y la resolución de conflictos sin recurrir a litigios.
  4. Litigio tradicional:
    • Proceso judicial: si las partes no pueden llegar a un acuerdo por medios amigables, recurren al litigio. En este caso, un juez toma decisiones sobre cuestiones como la distribución de bienes, la custodia y la pensión alimenticia. Esta vía suele ser más larga, costosa y puede generar más conflicto.
  5. Arbitraje:
    • Intervención de un árbitro: siendo similar a un juicio, pero más privado, las partes presentan sus casos ante un árbitro, quien emite una decisión vinculante y, aunque tiene algunas similitudes con el litigio, el arbitraje ofrece más flexibilidad en términos de procedimientos y reglas.

Cada método tiene sus pros y contras, y la elección dependerá de la disposición de las partes a cooperar, la complejidad de los problemas y la necesidad de mantener la privacidad. La resolución colaborativa y la mediación suelen ser las opciones preferidas al conllevar menos confrontaciones, pero cada caso es único y puede requerir un enfoque adaptado a sus circunstancias particulares.

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