Problemas posturales comienzan en la infancia

Los dolores constantes de nosotros los adultos en la espalda, cuello, caderas, comenzaron cuando éramos unos niños, pues normalmente es poco lo que se nos enseña sobre la importancia de la postura en nuestra salud integral a largo plazo.

Una buena postura y el saber colocar y utilizar nuestro cuerpo de la manera correcta, debería ser tan importante como la salud bucal. Y el desconocimiento de ella desde la infancia, es lo que hace que de adultos existan tantas dolencias.

Un peso en  la espalda de nuestros hijos

Desde la infancia se nos acostumbra a llevar encima de nuestras espaldas un montón de peso. Y en eso existe una responsabilidad del sistema educativo, ya que por regla general es mucho el material que se pide diariamente y que en muchos casos no es utilizado, pero que igual los pequeños deben tener a la mano. Lo que genera que sus mochilas tengan un peso superior al que es sano que carguen.

Entonces aunque se les eduque a los niños en la postura correcta, poco se hace si el sistema educativo no adapta estas recomendaciones al uso diario de materiales, o si no se cuenta con los espacios de almacenamiento adecuados para que los niños, niñas y adolescentes, no tengan que llevar tanto peso diariamente sobre sus hombros.

Es por ello que desde Taquicel, empresa especialista en taquillas para centros educativos, nos dan algunos datos para que sepamos cómo ayudar a los más pequeños con el peso y la forma correcta de llevarlo.

  • El peso ideal que debe tener una mochila debe ser el 10% del peso total del niño y en el peor de los casos, el 15%.
  • Las mochilas deben tener compartimientos que permitan la distribución eficiente del peso.
  • Las asas de las mochilas deben ser gruesas y acolchadas para evitar el maltrato en la zona de los hombros.
  • La mochila debe estar apoyada en la parte superior de los glúteos, esto significa que deben ajustarse las asas a esa medida.
  • Lo más grande y pesado que lleve la mochila, debe colocarse justo en la parte más amplia de ella, es decir, lo que estará apoyado directamente en la espalda.
  • Revisar constantemente el material que no es necesario, de forma que sólo se tenga en él, lo que se utilizará.
  • Hacer uso de los espacios de almacenamiento existentes en la institución educativa, en caso de tenerla.

La elección de la mochila, no debe solamente hacer feliz al niño ya que él no sabe cuales son las necesidades propias de su cuerpo, por lo que lo ideal es llegar a un acuerdo entre las partes, es decir, colegio, padres y niños. Así como el colegio tiene su normativa propia, cada familia tiene necesidades propias, por lo que la compra de la mochila, debe cubrir las necesidades de esos tres factores. Las normas del colegio, los gustos de los niños y las características sobre la salud que debe cubrir la mochila, además, también debemos considerar la inversión que debe hacerse y la calidad que esperamos recibir, cuidar los detalles como las costuras, el tipo de tela, la durabilidad, los materiales que se usa, nos garantizan que la compra valga la pena y que cubra todas las necesidades.

La enseñanza de la higiene postural

Los niños, niñas y adolescentes, no son conscientes del daño a largo plazo que puede generar la mala postura corporal, es por ello que el adulto es el responsable de realizar y de tomar en cuenta las recomendaciones que beneficien la salud integral de los niños. Es por ello que es prioritario conocer los procesos educativos y las actividades que realizan sus hijos, de esta forma pueden ayudarlos, no solamente en los que referente a lo académico, sino con el traslado de diferentes materiales, para que no sean ellos los que tengan que trasladar ese peso extra solos y haciéndose daño.

También es responsabilidad de los padres o tutores, educar en la higiene postural desde la infancia, es importante hacer hincapié en que la mejor medicina, es la preventiva. Por lo que si educamos y trabajamos desde la primera infancia, los beneficios de una buena postura corporal, a largo plazo, las probabilidades de sufrir de dolencias de espalda, cuello, hombros y cadera, son mucho menores. Para ello, los adultos también deben conocer los conceptos, las recomendaciones, y las mejores formas de aplicación, tanto en las aulas de clase como en el hogar. Por lo que una educación integral dirigida a todas las edades, es necesaria.

Como postura correcta entendemos toda aquella que no sobrecarga la columna ni ningún otro elemento del aparato locomotor como músculos, huesos, tendones articulaciones o ligamentos. Y la forma de acostumbrar a nuestro cuerpo a adoptar una postura correcta de manera habitual durante la rutina diaria es a través de la higiene postural.

La higiene postural como concepto, representa un conjunto de recomendaciones que ayudan a mantener la postura adecuada del cuerpo y a realizar correctamente los movimientos que requieren nuestros quehaceres cotidianos. El objetivo es mantener la espalda sana y evitar lesiones y dolores, ya sea a través de un ejercicio estático (sentado o de pie), o uno dinámico (elevar un objeto pesado, cargarlo, transportarlo).

Dos factores diferentes componen la higiene postural: nuestros propios hábitos posturales y los factores externos (asientos, iluminación, calzado, mochila)

Mantener una buena higiene postural también ayuda a disminuir la fatiga, aumentar el rendimiento escolar y la concentración, mejorar la digestión, la respiración, y favorecer el descanso, entre otros beneficios.

  • De pie: deben mantenerse los hombros a la misma altura y los pies ligeramente separados para conseguir un mejor equilibrio y una posición cómoda. Debemos evitar ponernos de puntillas para llegar a un lugar alto. Respecto a los niños, es importante proporcionarles un entorno adecuado a su altura o ayudarles a que se ajusten a él (taburete en el baño, perchas más bajas, etc).
  • Sentados: debemos mantener la postura del 4, los pies tocan el suelo, las rodillas mantienen un ángulo de 90º y la espalda reposa contra el respaldo del asiento. Según la altura de cada persona se necesitan sillas de distintos tamaños, o se corrige la diferencia de altura con un taburete para apoyar los pies.
  • Frente al ordenador: la pantalla debe estar situada ante la cara, a una distancia mínima de 40 cm y a la altura de los ojos o ligeramente por debajo. El teclado debe colocarse de forma que los hombros estén relajados y los brazos formen un ángulo de 90º. Si la superficie no es una mesa estándar, es recomendable utilizar algún apoyo o adaptador que permita tener la pantalla y el teclado colocados según las recomendaciones anteriores. En el caso de los niños, a medida que se hacen mayores, las sillas deben ser más altas o, como solución temporal, se buscan elementos de adaptación (taburete, almohadas en el asiento o en la espalda).
  • Tumbado en la cama: se aconseja dormir de lado o boca arriba. Se debe evitar dormir boca abajo. Es aconsejable también utilizar una almohada de medida adecuada para el cuello, de forma que la columna permanezca recta. En la posición boca arriba, es necesario colocar una almohada debajo de las rodillas, así la columna queda recta y en contacto total con el colchón. Para salir de la cama, lo mejor es ponerse de lado y, mientras se bajan las piernas de la cama, debe incorporarse el tronco con la ayuda del brazo hasta quedar completamente sentado sobre el margen del colchón.
  • Las rotaciones del tronco de forma brusca o repetida deben evitarse: Para manipular un objeto o hablar con una persona es necesario situarse de frente, tanto si se está de pie como sentado.
  • Para cargar un objeto pesado: primero conviene acercarlo bien al cuerpo. Y a la hora de transportarlo, debemos repartir el peso con tal de mantener una postura equilibrada. Para mover objetos que pesan, lo mejor es empujarlos con los pies separados, uno delante del otro, y aprovechar así la fuerza que proporciona el propio peso del cuerpo para mover el objeto hacia adelante.

Además de estas recomendaciones generales, debemos recordar la importancia de otras como mantener el peso corporal, practicar regularmente actividad física, realizar calentamientos y estiramientos, y practicar técnicas de respiración para relajar la musculatura.

Lo importante es que como comentamos anteriormente, tratemos este tema como medicina preventiva, de forma que tomemos todas las medidas para evitar problemas a largo plazo. Porque si bien es cierto que aún cumpliendo todas estas recomendaciones es posible que tengamos ese tipo de dolencias, es mucho menor el riesgo, ya que desde la infancia estamos siendo responsables con la higiene postural y con los cuidados que requiere nuestro cuerpo en relación a la postura corporal.

El trabajo sobre la higiene postural y la postura corporal, es un trabajo a tiempo completo y que deberíamos hacerlo durante toda la vida, por lo que si se aprende desde la infancia, el proceso a lo largo de la vida es mucho más sencillo, menos complicado de aprender y más efectivo. En la edad escolar se pueden enseñar hábitos posturales correctos con la participación activa y consciente del niño. El juego, que puede ser dirigido y adaptado a cada edad, resulta una de las opciones más efectivas.

 

 

 

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