¿Cuántas veces el farmacéutico o farmacéutica del barrio nos ha sacado de un apuro sin necesidad de acudir al médico? En muchas ocasiones, estos profesionales, hacen gala de una magistral eficiencia y te asesoran y aconsejan mejor que los propios médicos antes de adquirir o tomar cualquier medicamento. No en vano, se trata de los profesionales que mejor conocen los medicamentos que venden, pues no solo los dispensan sino que están íntimamente ligados a su fabricación.
La figura del farmacéutico es una de las más respetadas y, a nivel profesional, se trata de uno de los sectores con mayor índice de empleabilidad. Pero ¿Qué hay que hacer para trabajar en una farmacia o parafarmacia? Sobre esto y las posibilidades que ofrece estudiar farmacología vamos a hablar en este artículo. Así, ya de paso, nos acercamos un poco más a este sector tan interesante y necesario para la sociedad.
A grandes rasgos, para convertirse en un profesional de la farmacopea, existen dos vías: la carrera universitaria y la formación profesional. En ambos casos, las salidas profesionales son muchas y las opciones bastante buenas. Para los que optan por la universidad, ya se sabe que hay que pasar el examen correspondiente y hacer las pruebas de selectividad para obtener la nota que permita el acceso y cursar los años de carrera correspondientes. Hacerlo mediante formación profesional, es algo que puede hacerse de forma más sencilla realizando cursos en centros especializados como Pharmavolution que, no solo capacitan como profesionales del sector, también imparten cursos para que los profesionales, sigan ampliando conocimientos. Algo que hay que saber es que el sector siempre está en continua evolución y nunca se puede dejar de aprender.
Una de las cualidades que más nos gustan de estos profesionales sanitarios es su cercanía. Cuando acudimos a una farmacia, lo hacemos por necesidad. Buscamos un medicamento o algún tipo de producto ligado a la salud o mejora de la misma que nos ayude a estar mejor. Estos profesionales, siempre están dispuestos a asesorar y recomendar los mejores productos, lo hacen con paciencia y de manera que entendamos la información que nos ofrecen. Por eso se trata de una profesión con mucha vocación de servicio y que cuenta con profesionales altamente cualificados. Pero la farmacología no solo es una farmacia, se trata de un sector que abarca mucho más. Veamos cuáles son esas otras salidas y funciones del farmacéutico.
Un Grado en Farmacia y sus muchas posibilidades
Estudiar la carrera de Farmacia abre las puertas a una amplia variedad de salidas al mundo laboral. El Grado en Farmacia, habilita a los estudiantes para ejercer la Farmacia, sea por cuenta ajena o estableciéndose por cuenta propia. Se trata de una de las profesiones esenciales que se amparan en el área de las Ciencias de la Salud, fundamental en nuestra sociedad.
De manera tradicional, al pensar en la labor del farmacéutico, hacemos una asociación directa con la Oficina de Farmacia, lo que viene siendo la Farmacia o Botica de toda la vida. No es raro puesto que, generalmente, los farmacéuticos, una vez titulados, ejercen su profesión en una farmacia. Aunque no todos los graduados en farmacia pueden trabajar en su propia farmacia, pues son necesarios una serie de requisitos para obtener la licencia y puede resultar complicado. Sin embargo, dentro de una misma farmacia, es posible encontrar diversos perfiles profesionales entre los que podemos encontrar a los auxiliares, los técnicos, farmacéuticos o gerentes. Todos ellos con capacitación para trabajar tanto en farmacia como en parafarmacia (lo último en competencia directa para el sector).
Pero no solo de farmacias vive el farmacéutico. Además de poder ejercer en una oficina, dispensando y expendiendo todo tipo de productos farmacéuticos, dispositivos médicos o productos sanitarios o preparar fórmulas específicas, existen otras alternativas profesionales, tanto en el sector público como en el privado.
Los profesionales de la farmacia, pueden involucrarse en profesiones dirigidas a la producción y conservación de medicamentos, colaborar en los procesos analíticos, realizar funciones dentro del ámbito asistencial, la investigación, la docencia, la gestión clínica, en la prevención e información y en la educación sanitaria. Como podemos observar, el abanico es muy amplio. De forma más detallada, algunas de las salidas que ofrece la carrera son las siguientes:
- Desempeño de puestos farmacéuticos en determinados cuerpos del servicio de las Administraciones Públicas (Sanidad Nacional, inspectores farmacéuticos del Sistema Nacional de Salud, Atención Primaria, Farmacia Militar, etc.).
- Farmacia hospitalaria.
- Dirección técnica de almacenes de distribución de medicamentos.
- Industria farmacéutica, veterinaria, química o cosmética, entre otras industrias.
- Análisis clínicos de todo tipo: bioquímica, parasitología y microbiología.
- Alimentación y nutrición.
- Docencia e investigación.
Aparte de su labor habitual de farmacéuticos y dispensadores de medicamentos, sus opciones son numerosas y más que interesantes. Un graduado en Farmacia puede ejercer su profesión desde diferentes puestos, aportando sus conocimientos a infinidad de sectores.
Los grados medios de Farmacia y Parafarmacia
Pueden existir muchas razones para no estudiar un grado en Farmacia pero sentir un gran interés por el sector de la farmacología. En la industria farmacéutica, son necesarios muchos perfiles laborales diferentes, por lo que el sector de la educación, ofrece la opción de formarse para el sector como Técnico en Farmacia y Parafarmacia. Este ciclo formativo de grado medio, cuenta con una alta demanda de empleabilidad, puesto que cubre las necesidades del sector.
Para acceder a esta formación, basta con haber cursado el bachillerato de ciencias o en su caso, preparar un examen de acceso que acredite el nivel académico necesario para poder cursar el ciclo formativo. Disponer de una titulación de grado medio como Técnico de Farmacia y Parafarmacia, permite a los titulares adquirir las siguientes competencias y ejercer en el sector en base a ellas:
- Realizar un control de las existencias y la organización de los diversos productos farmacéuticos y parafarmacéuticos, almacenándolos y colocándolos en función de sus requisitos de conservación.
- Asistir a los clientes en la dispensación de los diferentes productos farmacéuticos y parafarmacéuticos, informando previamente de sus características y de cómo deben hacer un uso racional.
- Preparar los productos farmacéuticos para su posterior distribución a las diferentes unidades hospitalarias, siempre bajo la supervisión del facultativo a cargo.
- Asistir a la elaboración de los productos aplicando los necesarios protocolos de seguridad y calidad.
- Brindar apoyo al facultativo en el seguimiento fármaco terapéutico del cliente.
- Obtener los valores sobre los parámetros somatométricos y de las constantes vitales de un cliente bajo la supervisión del titular.
- Realizar controles analíticos bajo supervisión, preparar el material y equipo necesario para los mismos y seguir los protocolos de seguridad y calidad establecidos.
- Fomentar los hábitos de vida saludables en los clientes.
- Tramitar la facturación de las diferentes recetas y llevar a cabo tareas de carácter administrativo.
- Crear y gestionar una pequeña empresa dentro del sector.
Con todos estos conocimientos y la capacitación que acreditan, los Técnicos en Farmacia y Parafarmacia, pueden ejercer su actividad en cualquier establecimiento de venta de productos farmacéuticos y parafarmacéuticos, almacenes de medicamentos, hospitales y laboratorios farmacológicos. Los puestos a los que pueden acceder son los que vamos a citar a continuación.
Un Técnico de Farmacia y Parafarmacia puede ejercer como auxiliar de farmacia, siendo esta una de las salidas laborales más habituales. En la farmacia, tienen la facultad de dispensar medicamentos y productos parafarmacéuticos, informar de sus características y forma de consumo. Además pueden llevar a cabo tareas de control de stock y funciones administrativas.
Otra de las salidas profesionales es la de Técnico de Almacén de Medicamentos, profesional que se encarga de organizar y controlar tanto las operaciones como el flujo de los medicamentos en los almacenes de las propias farmacias, los laboratorios farmacéuticos y hospitales. Para ello tienen que tener en cuenta las especificaciones técnicas de cada producto respecto a su conservación (temperatura, luz y humedad) que garantizan su calidad y eficacia.
Dentro de los hospitales, pueden ejercer como Técnico de Farmacia Hospitalaria, donde va a encargarse de gestionar la dispensación de los medicamentos y el material sanitario del hospital. En este puesto de trabajo, siempre se está a cargo del farmacéutico que supervisa en todo momento la adquisición, el registro, la organización, el inventario, la preparación y la dispensación de los medicamentos dentro de la farmacia del hospital.
Como Técnico en establecimientos de Parafarmacia, están cualificados para dispensar dentro de la parafarmacia, todo tipo de productos sanitarios no considerados como medicamentos, los cosméticos, complementos alimenticios, los diferentes equipos de protección individual o todos los relacionados con productos dietéticos, de foto protección, puericultura, salud sexual, etc. En este caso también realizan labores administrativas y de gestión del almacén.
Aparte de todo lo reseñado, contar con el título de Técnico en Farmacia y Parafarmacia, hace posible trabajar como comercial de un laboratorio farmacéutico, haciendo las visitas y comercializando los diferentes productos farmacéuticos y parafarmacéuticos de venta en los establecimientos.
Ya sabemos un poco más sobre este apasionante sector que ofrece un sinfín de salidas laborales y en el que tienen cabida varios ámbitos profesionales. Sector indispensable para cuidad de nuestra salud, con unos profesionales que gozan de una gran reputación para sus clientes.