Los accidentes ocurridos en la vía pública por causa de la imprudencia de peatones, conductores y por desprendimientos y caídas de objetos desde lo alto de las viviendas, o incluso de trabajadores que se encuentren encaramados a una fachada pueden provocar daños humanos que provoquen situaciones de incapacidad permanente, parcial, total o absoluta. En estos casos es imprescindible saber cómo actuar, conocer los derechos que se tienen y, por supuesto, contar con el trabajo profesional de un abogado de accidentes en Barcelona que consiga hacer efectivos los derechos e indemnizaciones correspondientes que corresponden al accidentado y que son responsabilidad de los propietarios de la zona de la vía pública en la que sucedió el accidente.
Estos accidentes suelen estar ocasionados por el mal estado de las aceras, los bordillos, las alcantarillas, iluminaciones deficientes, desniveles, baldosas sueltas, escalones rotos, socavones, arquetas mal posicionadas y un largo etcétera. Normalmente, el responsable que tiene que responder por los desperfectos que provocan un accidente son los ayuntamientos.
Para reclamar al ayuntamiento habrá que recabar pruebas del mal estado de la zona, aportar fotografías, testimonios de testigos que presenciaran los hechos, atestado de la policía, informes médicos y, en general, todas aquellas pruebas que respalden el suceso de los hechos que provocaron las lesiones. Para la realización adecuada y eficiente del proceso es muy recomendable contar con el asesoramiento y profesionalidad de un abogado de accidentes experto en la materia que ayude a la agilización del proceso y a la consecución de los resultados esperados.
Además de este tipo de accidentes en la vía pública, también pueden suceder alteraciones en la salud de los trabajadores que les impida el desarrollo normal de su actividad profesional. Dependiendo de la gravedad de la incapacitación, el accidentado puede llegar a sufrir una serie de impedimentos que se clasifican en varios grados de intensidad:
Incapacidad permanente parcial para la profesión habitual
En este supuesto, la incapacitación supera el 33 %, pero no llega a la incapacitación total y no impide que el profesional realice las tareas fundamentales de su puesto de trabajo.
Incapacidad permanente total para la profesión habitual
Esta clasificación se utiliza para aquellos trabajadores que no pueden realizar todas las tareas o las fundamentales de su puesto de trabajo y que, además, puedan dedicarse a otra actividad profesional distinta.
Incapacidad permanente absoluta para todo trabajo
En este caso el trabajador está invalidado por completo para el desempeño de todo tipo de trabajo, profesión y oficio.
Gran invalidez
Son profesionales con incapacidad permanente absoluta para todo trabajo y que necesiten la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida diaria.
Las personas que estén afectadas por alguno de estos grados de incapacidad pueden ser beneficiarios de prestaciones o pensiones, establecidas. Contratar los servicios de un abogado laboralista en Bilbao puede ser una solución eficiente y sencilla para lograr hacer efectivos los derechos derivados de alguna de estas incapacitaciones tramitando correctamente la solicitud de incapacidad permanente (o la que sea adecuada al caso).