En el ámbito legal, las traducciones juradas cumplen un papel importante dependiendo del trámite que se desee hacer. Por lo que es importante conocer en qué casos son necesarias y qué debemos hacer para conseguirla. Pero antes de entrar en ese tema, debemos conocer las diferencias entre una traducción normal (o lo que se conoce en el derecho como una traducción privada) y una traducción jurada, para que al tener esto claro, podamos entender los diferentes casos en los que necesitamos una u otra.
Una traducción privada o normal es aquella que puede realizar cualquier persona con conocimiento del idioma en el que esté el texto, esta persona no requiere de acreditaciones que lo avalen para la realización de esta tarea. Es decir, una persona que maneje el idioma y que hace una traducción simple y sin que tenga conocimientos legales. Sin embargo, es bastante difícil que una persona (aún teniendo el conocimiento del idioma) se arriesgue a realizar este tipo de traducciones, pues al no conocer los aspectos jurídicos, pueden cometerse errores que traerán consecuencias, al tratarse de un documento que será utilizado con finalidad legal.
Mientras que una traducción oficial o traducción jurada, es realizada por un traductor e intérprete jurados. La traducción oficial será aquella realizada por un traductor jurado quien posee la acreditación que le otorga el Ministerio de Asuntos Exteriores, gracias a sus conocimientos tanto lingüísticos como jurídicos y que está capacitado para certificar la fidelidad y exactitud de sus traducciones
Teniendo estas diferencias claras, podemos entrar en el mundo de las traducciones oficiales o juradas, para ello, los especialistas de Eikatrad, Agencia de Traducción quienes ofrecen dichos servicios de traducción y son especialistas en el área, nos explicarán detalladamente todo lo referente al tema.
La Importancia de las Traducciones Juradas
La traducción jurada es importante porque cuenta con el sello y firma de una persona autorizada y esto permite presentar el documento en cuestión en el lugar que se requiera sin riesgo a que sea rechazado. Las traducciones juradas juegan un papel importante, como comentamos anteriormente, en la realización de una serie de trámites sea a nivel personal o a nivel empresarial.
- A nivel personal: certificados de nacimiento y defunción, títulos, notas y certificados académicos, certificados de empadronamiento, documentación que avale experiencia profesional y documento de antecedentes penales.
- A nivel empresarial: cartas de representación, cuentas periódicas, documentos que avalan la constitución de la empresa, contratos privados, certificados mercantiles y cualquier otro documento necesario para realizar trámites ante organismos oficiales
La Complejidad de las Traducciones Juradas
Las traducciones juradas contienen -como lo especificamos anteriormente- fundamentos y conceptos jurídicos que no cualquier persona puede comprender, pues usualmente este tipo de documento, son escritos por profesionales del derecho, utilizando una terminología especial. Por ello, es muy importante tener conocimiento en el área, de forma que se puedan trasladar de forma adecuada y contextualizada toda la información que el documento posea.
Ponemos un ejemplo, cuando intentamos traducir una canción en inglés al castellano, si no tenemos conocimientos del idioma, la traduciremos de forma literal, perderemos musicalidad y sentido, podemos hacer la prueba y colocar la letra de cualquier canción en el traductor de Google y veremos el resultado. Este ejemplo puede funcionar perfectamente para las traducciones juradas, pero sus consecuencias al equivocarnos serán mucho más complicadas que perder musicalidad.
Recordemos que las traducciones juradas son documentos con carácter legal, por lo que cometer errores de este tipo, puede ocasionar problemas, se a nivel personal o a nivel empresarial. Lo que significa, que el traductor es tan importante como el documento que obtendremos después.
El traductor jurídico
El traductor jurídico es aquel que tiene tanto conocimientos lingüísticos como de derecho, y que está capacitado no solamente a nivel académico, sino también acreditado por el ente rector, que en este caso es el Ministerio de Asuntos Exteriores. Para ser traductor jurídico no es suficiente ser un experto en el idioma o ser un abogado, lo ideal es que esta persona tenga el conocimiento también en el ámbito de la traducción, es decir, que sea las dos cosas. Tanto traductor como abogado, lo que en la Unión Europea se denomina como “jurista-lingüista”.
Para esto, la persona que desee convertirse en traductor jurado, deberá aprobar un examen que convoca la Oficina de Interpretación de Lenguas dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
¿Cómo convertirse en un traductor jurado?
En el punto anterior hicimos mención al examen que deben aprobar los aspirantes a traductor jurado, para poder presentarse, se deben cumplir una serie de requisitos que compartiremos a continuación:
- El aspirante debe superar la mayoría de edad legal en España.
- El aspirante a traductor jurado debe tener la nacionalidad española, de un Estado miembro de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo.
- Para ser examinado también debe poseer un título español de Graduado o Licenciado Universitario, Ingeniero Técnico, Arquitecto Técnico o equivalente. Es decir, cualquier título cuya correspondencia al nivel 2 o 3 del Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior haya quedado establecida en virtud del Real Decreto 967/2014.
- Nota: Los aspirantes con titulaciones obtenidas en países extranjeros deben estar en posesión de la correspondiente credencial de homologación o de un certificado de equivalencia. Estos certificados son emitidos por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
El último punto de los requisitos, contradice lo que anteriormente mencionamos con respecto a los estudios ideales en derecho, sin embargo, mantenemos nuestra opinión de que el traductor jurídico ideal es aquel que cuenta con el dominio del idioma y también con el conocimiento en derecho.
Claramente cualquier persona que cumpla con los requisitos y que tenga la preparación académica que le permita conocer y desenvolverse cómodamente entre conceptos jurídicos, tiene todas las probabilidades de aprobar el examen y de titularse como Traductor Jurídico.
¿Qué se necesita para aprobar el examen?
Para obtener la acreditación como traductor jurídico, se necesita de una serie de conocimientos específicos, de los que hablaremos ahora:
- Idioma: Tener un conocimiento completo de la lengua a examinarse. Las habilidades deben ser tanto orales como de comprensión y escritura.
- Gramática y terminología: El futuro traductor jurado debe tener conocimientos sobre la gramática española, conocer el léxico y la terminología. El nivel de profundidad es alto por ello se comparte el temario a evaluar, este se publica junto a la convocatoria del examen.
- Conocimientos sobre traducción: Debe conocer las técnicas y procesos para realizar traducciones.
- Conocimientos jurídicos: Como mencionamos anteriormente en varios apartados, tener los conocimientos jurídicos y legales son indispensables para acceder a la titulación.
¿Cómo es el examen?
El examen consta de tres partes, cada una diferente, lo que significa que el aspirante deberá aprobar todas las partes para poder ser titulado.
- Una prueba tipo test con 50 preguntas (y 5 más de reserva), sobre las materias y puntos específicos a evaluar, estos deben ser publicados previamente en el temario que se anunció junto con la convocatoria. Es una prueba de carácter gramatical y terminológico. Esta prueba es eliminatoria y funciona como filtro en la convocatoria, quien no apruebe este primera parte del examen, no puede acceder a los otros dos.
- Tres ejercicios que se realizan en la misma jornada.
- La primera prueba es una traducción al castellano de un texto de tipo literario, periodístico o ensayístico en la lengua desde el idioma elegido.
- El segundo ejercicio consiste en traducir un documento generalista del castellano al inglés sin diccionario.
- La tercera parte consiste en traducir al castellano un texto de carácter jurídico o económico. En esta es permitido el uso de siempre que no sean en formato digital o hechos directamente por el aspirante.
- La tercera y última prueba es oral. Consiste en un ejercicio de interpretación consecutiva frente un tribunal y con el que se verificará el dominio y la compresión de ambas lenguas.
¿Cómo contactar con un traductor jurado?
Los traductores jurados pueden trabajar tanto en firmas, como de forma independiente, en cualquiera de los casos, debemos solicitarle la documentación que lo acredite como tal. Sin embargo, lo ideal es conseguir un traductor que esté cercano a nuestra localidad, por lo que investigar las opciones que tenemos a la mano, siempre es una buena decisión. En Internet podemos encontrar cientos de opciones que se adaptaran a nuestras posibilidades según donde estemos ubicados.
Como hemos podido comprobar, una traducción jurada es un documento que tiene no solamente una importancia elevada en una serie de trámites, sino que también tiene un gran trabajo detrás. Trabajo que requiere de una preparación exhaustiva y que tiene que ser realizado por un especialista en el área, tanto de la traducción como del derecho.
El traductor jurídico, tiene en sus manos y en su conocimiento la legalidad de una serie de documentos, que de no ser tomados en serio, pueden acarrear problemas legales para los involucrados. Además, es un documento que se necesita no para situaciones extraordinarias, sino que es más necesario de lo que podríamos llegar a suponer, tanto a ni