Nunca me había interesado demasiado la Cirugía Estética, siempre me ha parecido más importante aceptar y agradecer cómo somos, cada virtud y cada defecto. Esa obsesión por la perfección física me parecía más bien una enfermedad.
Por ello, no entendía como la mamoplastia, también conocida como “cirugía de senos” es una de las cirugías de estética más realizadas, estando alrededor del 40 y 50% de todas las intervenciones que se practican en España.
No podía entender cómo era posible que la Cirugía Plástica se haya introducido de esta manera en la vida de los españoles. Esta considerado ya como un gasto más dentro del presupuesto familiar, y de hecho se ha incluido en el IPC como artículo de consumo para calcular la inflación.
El aumento de pecho es la cirugía estética más practicada por encima de la liposucción, sobre todo entre mujeres de 18 y 44 años.
Si bien, es algo que, sencillamente, no me entraba en la cabeza, que el regalo por aprobar todo de mi hermana a su hija adolescente fuera un aumento de pechos era algo que no podía aprobar, por mucho que me lo explicara.
Y es que, teniendo en cuenta la fragilidad de las adolescentes en lo relacionado con su cuerpo creo que educarlas en tener una autoimagen positiva de sí mismas es mucho más productivo en el largo plazo.
Porque sí, ahora es el aumento de pecho y mañana es cambiarse la nariz, hasta que llega un momento en el que dejan de ser ellas mismas. Ya no se trata de una nariz demasiad grande o unos pechos demasiado pequeños, al final se trata de buscar una perfección corporal que se ha idealizado hasta el extremo.
Si bien, mi opinión con respecto a este tema no ha cambiado con el tiempo, lo que sí me ha demostrado la experiencia es que nunca puedes ser tan inflexible con ningún tema.
En mi caso, negar que en, determinadas situaciones, la cirugía estética sí es realmente necesaria fue un gran error. Me di cuenta por las malas, como suele ser con esas afirmaciones que hacemos al creernos que los sabemos todo.
Quién me iba a decir que yo misma terminaría sometiéndome a una mamoplastia. Sin embargo, así fue tras padecer un cáncer de mama que he sobrevivido y me ha hecho verlo todo de un modo completamente diferente.
He dejado de hacer juicios de casi todo, ahora sé con total claridad que nunca podemos llegar a conocer las circunstancias de aquellas personas que estamos juzgando, y si bien, sigo creyendo que cuando ese cambio estético se debe a no aceptar nuestro cuerpo no es la mejor decisión ahora sé, por experiencia propia, que muchas veces una intervención de cirugía estética es una verdadera ayuda.
De hecho, recuperar el seno que había perdido, fue de gran ayudad para recobrar mi confianza y autoestima.
Cosas que recordar antes de hacerse una Mamoplastia
Por otra parte, tenía muchas ideas erróneas con respecto a este tipo de intervenciones quirúrgicas. No sé por qué pensaba que la silicona podía ser peligrosa, pero fue lo primero que me desmintieron. El gel de silicona es totalmente seguro.
Lo cierto es que aprendí muchas cosas sobre mamoplastia en Artestetica, la clínica de medicina y cirugía estética donde me realizaron la intervención.
Aprendí la diferencia entre una prótesis anatómica y redonda, y que la elección de un tipo de prótesis u otra dependía de las necesidades de la paciente y su caso particular. De hecho, me realizaron un estudio anatómico completo para elegir el implante, su tamaño y proyección.
También me comentaron que durante el posoperatorio podía verme todavía afectada, pero que poco a poco me recuperaría totalmente. En mi caso necesité bastante tiempo, si bien este tiempo de recuperación varía dependiendo de cada paciente.
El tiempo que estuve recuperándome me quedaba horas mirándome esa nueva y extraña cicatriz fruto de una intervención a la que nunca me hubiera imaginado someterme tiempo atrás.
Sin embargo, ahí estaba hoy esa cicatriz para recordarme que, quizás, una de las mejores cosas de la vida es que no deja de sorprendernos.