A veces comprar un coche en España no es siempre la mejor opción. Muchos buscamos vehículos de alta gama a mejores precios de los que se encuentran aquí, y eso solo se puede conseguir trayéndolos del extranjero, donde el nivel de vida es mucho más alto y los habitantes renuevan antes su parque móvil. Por su parte, hay quien quiere hacerse con un coche de carácter clásico y estos también suelen resultar más económicos al importarlos, ya que a España tardaron mucho en llegar los coches de forma generalizada, de ahí que haya pocos antiguos en buen estado, a diferencia de lo que puede ocurrir en lugares como Francia o Alemania. Traer un coche, además, si está dentro del mismo continente y conectados los países por carretera, no es complicado, ya que podemos tirar de los servicios de transportes Transthalia, especializados en el transporte internacional de vehículos por carretera, muy práctico para los acuerdos entre particulares. Eso sí, fuera de España tampoco atan a los perros con longanizas, no nos dejemos engañar por las ofertas que sean demasiado buenas, porque una vez tengamos el coche a miles de kilómetros será muy complicado reclamar.
En Transthalia ofrecen un servicio integral con las máximas garantías de seguridad y cumplimiento de plazos, encargándose de todas las gestiones necesarias desde el momento de la recogida del vehículo hasta su entrega en el lugar que determine el cliente. Disponen de flota propia de camiones portacoches para realizar servicios de transporte internacional de coches y motos, lo que permite acudir a cualquier lugar de Alemania, Bélgica, Holanda y Francia a recoger el vehículo del cliente y llevarlo hasta su casa en España en el plazo acordado y en perfectas condiciones. Asimismo, disponen de un seguro de mercancías que cubre cualquier posible daño que pueda surgir durante el transporte de coches desde Alemania, Francia, Bélgica u Holanda a España. Para aquellos coches que se encuentren más lejos o con más accidentes geográficos en medio, también es posible transportarlos a través de avión, tren o barco, pero son opciones más caras en un caso y más lentas en los otros, respectivamente. También es posible conducir el coche uno mismo hasta casa, pero eso obliga a que viajemos al lugar de origen.
Una de las claves más importantes que debemos saber a la hora de traer un coche del extranjero a España es que los residentes de nuestro país no pueden llevar vehículos que tengan matrículas del extranjero, lo que obliga a que todos los coches que se importen sea matriculados en cuanto llegan al territorio español en un plazo de unos 30 días. No obstante, en caso de que queramos usar el coche antes de que se haya formalizado este trámite, también es posible solicitar a la Dirección General de Tráfico unas matrículas de carácter temporal hasta que se complete el procedimiento.
La documentación que debe tener el coche para ser importado de forma legal, es decir, para hacer el proceso de desaduanaje, es la siguiente: comprobante de propiedad (factura original, recibo o contrato de compra-venta), copia del documento de identidad del vendedor y datos de contacto, documento de identidad del propietario y datos de contacto, y certificado de conformidad europea (COC) del vehículo. Asimismo, habrá que pagar los impuestos correspondientes.
Pago de tasas
Para traerse un coche de fuera hay que pensar en sumar también las tasas que hay que pagar al precio que el vendedor nos pone al coche. Esta tasa es aplicada sobre el precio del vehículo en el mercado y según el Arancel Aduanero Común vigente. Además, hay que abonar también el impuesto sobre el valor añadido (IVA) y el impuesto sobre Determinados Medios de Transporte.
Una vez tengamos todos estos papeles, el coche debe pasar en España la ITV para comprobar que el vehículo puede circular y cumple los estándares de seguridad. Para pasar la ITV debemos llevar el comprobante de propiedad del vehículo (original y copia), el comprobante de pago de importación y aranceles (original y copia), el carné de conducir del propietario, la póliza del seguro del vehículo y la ficha técnica del vehículo.
Con la ITV pasada, podremos proceder entonces a la matriculación, para lo que debemos pedir cita en la Jefatura Provincial de la Dirección General de Tráfico (DGT) y presentar los siguientes el comprobante de propiedad del vehículo, la ficha técnica del vehículo, el certificado de conformidad europea (COC), y la traducción jurada al español de todos los documentos. Para esto último, se pueden usar los servicios de traducción jurada de Jti. La tasa de matriculación va en función de las emisiones del vehículo.
Por último, habrá que pagar el impuesto de circulación anual en el ayuntamiento en donde se esté empadronado y ponerle una póliza de seguro.