Valencia, una tierra con mucho que ofrecer. Tradición, cultura y gastronomía que van más allá de sus maravillosas playas y la reputada paella. Recordemos que la paella, es la sartén donde se cocina el arroz y no el arroz propiamente dicho. Aunque para todo el mundo su plato estrella, sea la paella. Matices sin importancia aparte, Valencia es una de esas ciudades con nombre propio que a todo el mundo atrapa. Pero Valencia es algo más que Valencia, por eso, en este artículo queremos hablar de una de sus partes más valoradas y protegidas: la Albufera. Un lugar que hay que visitar y conocer por su belleza, riqueza y biodiversidad. Antes de adentrarte en esas aguas donde mandan los cultivos de arroz, no está demás conocer su cultura y tradición. Porque Albuferas hay muchas pero como la de Valencia, solo una.
Son muy pocos los que conocen el otro nombre con el que se conoce a la Albufera de Valencia: el Lago de los Querubines, es uno de los paisajes más emblemáticos de toda la Comunidad Valenciana. Este parque natural, está situado a escasos diez kilómetros hacia el sur de la capital valenciana. Su belleza sin igual y la extraordinaria biodiversidad que acompaña a tan preciado paisaje, ha sido musa que inspirara a toda suerte de artistas, poetas y escritores a lo largo de toda su historia.
Nada como adentrarse en sus aguas en un paseo en barca como los que ofrece El Bessó para disfrutar de su belleza y embeberse de la cultura que rezuma de sus aguas. La historia de la Albufera, se remonta a la antigüedad. Ya en tiempos muy remotos, la Albufera de Valencia era considerada como un lugar de gran importancia, pues originariamente, era una bahía de agua salada que se fue tornando laguna de agua dulce. Esto se debió a la acción de los sedimentos que los ríos arrastraban hasta cerrar la zona y convertir la bahía en laguna.
Un contexto peculiar y una cultura popular
Ya en tiempos de Roma y durante la Edad Media, la Albufera, era reconocida por su riqueza natural y considerarse como enclave estratégico para la pesca y la agricultura. En el siglo XIII, la conquista de Valencia a manos del rey Jaime I, llevó a la Albufera, a formar parte del Reino de Valencia. Durante siglos se explotó para la pesca y el cultivo de arroz que se convirtió en uno de los pilares que sostenía la economía local. Como dato anecdótico, señalar que la Albufera fue la fuente de inspiración para el célebre novelista Blasco Ibáñez que supo retratar de forma magistral la vida que existía en torno a tal ecosistema. La novel, Cañas y Barro, ha contado con sus adaptaciones para televisión, llevando a los hogares, parte de la tradición y cultura de esta tierra tan valorada.
Como parque natural, el parque de la Albufera, cuenta con una gran biodiversidad de especies de flora y fauna difíciles de encontrar en otros lugares del país. En sus aguas coexisten numerosas especies de peces como pueden ser la anguila y el mújol. Siendo por igual el hogar de una considerable avifauna entre la que se pueden encontrar especies tan singulares como el flamenco, el pato colorado o la garza real. Este enclave, se ha convertido en un ecosistema de gran importancia para las aves migratorias que encuentran en la Albufera, el lugar más adecuado para descansar y alimentarse en un remanso de paz, durante los largos viajes que realizan.
En cuanto a su vegetación, la diversidad es igualmente variada, contando con especies típicas de los humedales como el carrizo y la enea. Siendo los campos de arrozales que rodean toda la laguna, el elemento característico principal del paisaje. Ha sido gracias al cultivo de este cereal que se ha ido moldeando el entorno natural y la vida de los habitantes de la zona.
Con todo esto, es inevitable que la influencia de la Albufera en la cultura popular de la zona, se hiciera notar. Este paraje natural tan apreciado por los valencianos, ha sido, como ya hemos comentado, escenario de numerosas obras literarias y artísticas. Muchos artistas han encontrado en estos parajes la inspiración necesaria para culminar sus obras. No solo por la belleza que destilan, la tranquilidad y serenidad que aportan, invitan a dejarse llevar por la creatividad.
El mundo del celuloide, no ha podido dejar de utilizar la Albufera como escenario ideal para sus producciones. Dejarse embriagar por su paraje único y su atmósfera evocadora, es algo que han sabido utilizar los maestros de la gran pantalla. Sin olvidar que dentro de su riqueza cultura, los valencianos, cuentan con su música tradicional interpretada por la dolçaina y el tabal, para reflejar en sus letras y melodías, tanto la vida como las costumbres que se encuentran ligadas a este espectacular entorno, donde el arroz es el claro protagonista.
Visitar la Albufera está de moda
Y siempre lo estará, pues la Albufera es uno de esos destinos que pillan de paso y no se pueden dejar de visitar. Se trata de uno de los destinos turísticos más populares para todos aquellos que visitan tierras valencianas. Ello se debe a que los visitantes pueden disfrutar de una gran variedad de actividades que les permiten explorar y apreciar todo el entorno natural. Entre todas estas actividades, cabe destacar los mencionados paseos en barca por la laguna que, como no puede ser de otra manera, ofrecen una perspectiva única del paisaje permitiendo observar toda esa biodiversidad de cerca.
Para los que no disfrutan tanto del movimiento de las barcas, el senderismo es la alternativa de preferencia. Esta opción es muy popular, pues existen rutas que recorren los diferentes ecosistemas del parque. Por estos caminos puedes descubrir desde los arrozales, hasta las dunas y las playas. En cualquiera de estos lugares, la observación de las aves es todo un placer para la vista de aficionados y profesionales de la ornitología. No en vano son incontables los apasionados de la observación de las aves que acuden a la Albufera a observar a las especies que habitan en ella o las que solo están de paso.
Sin duda, además del hecho de poder disfrutar de un espectacular paisaje, una de las razones que mayor reclamo supone para los visitantes de la Albufera, es la gastronomía. Uno de los grandes atractivos es, sin lugar a dudas, su plato emblemático: la paella valenciana. El arroz cultivado en esos mismos arrozales que rodean la laguna, proporcionan a los locales autóctonos el ingrediente principal de este delicioso y codiciado plato que se prepara, como no puede ser de otra manera, con los ingredientes frescos que se obtienen dentro de la zona: pollo, conejo, judías verdes y garrofón.
No solo de paella vive el hombre, por lo que es posible disfrutar y deleitarse con otros platos tradicionales como el all i pebre que se elabora con anguilas frescas, por igual procedentes de la laguna. Así como otra amplia variedad de arroces, secos y melosos. Y por supuesto, el esgarraet, una ensalada típica de la región que combina tiras de pimiento rojo asado, bacalao desmigado y aceitunas negras, sabor mediterráneo en cada bocado. Como colofón, un postre de lo más típico valenciano que, sin ser un postre elaborado, no dejará indiferente al visitante: horchata y fartons. Clásico donde los haya, la sencillez, destaca en la gastronomía de la Albufera.
Visitar la Albufera es algo que debe hacerse, sobre todo si te encuentras en Valencia. Nada como disfrutar de una visita a esta parte de la comunidad para comprobar in situ, que la conservación de la Albufera, es fundamental para que el ecosistema que lo conforma, pueda ser disfrutado por generaciones venideras. Por lo que, hay que visitarlo y cuidarlo al mismo tiempo. Proteger y restaurar el entorno de la Albufera es una prioridad. Combatir la contaminación del agua y evitar la pérdida de la biodiversidad es el objetivo en el que se centran todos los esfuerzos de las autoridades locales.
Los resultados que ha producido esta lucha por mantener vivo el ecosistema y el entorno natural, han sido positivos, por lo que se ha conseguido mantener en equilibrio el desarrollo humano, con la preservación del medio ambiente. La colaboración entre autoridades locales, organizaciones ecologistas y comunidad, ha sido esencial para lograrlo.
La Albufera de Valencia es un lugar que posee una extraordinaria belleza y riqueza natural. Aunque no lo parezca, este entorno ha tenido una profunda influencia sobre la cultura e historia de la región. Tanto a nivel biodiversidad, su importancia histórica y el impacto en la gastronomía y las artes (Valencia cuenta con la Ciudad de las Artes y las Ciencias a escasos kilómetros de la Albufera) hacen que este singular parque natural, se haya convertido en imprescindible para todos aquellos que quieran conocer Valencia en todo su esplendor.
A los que buscan una experiencia única que permite conectar con la naturaleza, descubrir tradiciones tan ancestrales como la antigua bahía que allí había y degustar los platos más emblemáticos de la cocina valenciana, la Albufera es ese punto clave en el que se unen todos los factores.