La osteopatía infantil y sus beneficios

La osteopatía es una medicina alternativa que los expertos empiezan a recomendar cada vez con mayor asiduidad como tratamiento acumulativo, es decir, como un tratamiento más que sumar a según qué terapias. En otras palabras: la osteopatía puede traer consigo ciertos beneficios a los pacientes pero, en ningún caso estamos hablando de una medicina tradicional curativa, por lo que debe ser un “plus”, nunca una opción que pueda o deba invalidar a la medicina tradicional.

Hoy en día, además, la osteopatía se ha convertido en un tipo de medicina alternativa que está ayudando a cientos de familias, pues ciertos tratamientos específicos son capaces de aliviar cólicos en los más pequeños, insomnio e incluso problemas nerviosos.

En países como Estados Unidos, Reino Unido y Francia, la osteopatía está reconocida y regulada, por lo que se limita a prácticas no invasivas incluidas en la medicina tradicional convencional, como un tipo de terapia más.

No obstante, en España, la osteopatía no es una práctica regulada y, a día de hoy, quienes suelen practicarla con ciertas garantías son los fisioterapeutas y quiroprácticos. No obstante, antes de solicitar la ayuda de un profesional conviene asegurarnos de que estamos tratando con personal cualificado. Óscar Díaz, uno de los osteópatas infantiles más reconocidos a nivel nacional, nos ha asegurado que hay mucho intrusismo en el sector por culpa de esa falta de regulación y eso provoca que los usuarios deban pisar con pies de plomo. Lo primordial es elegir clínicas con personal cualificado y experiencia demostrable.

Problemas desde el parto

Aunque para el adulto, el parto resulte de lo más natural, para el bebé recién nacido es un proceso traumático por el que ha de pasar y, lógicamente, no entiende el por qué. Además, si a eso se le añade que en algunos partos el cráneo del bebé sufre una compresión mayor por el uso de fórceps o ventosas de extracción, el resultado es un bebé totalmente traumatizado con asimetrías en su cabeza que pueden derivar en problemas mayores, algo que la osteopatía infantil es capaz de aliviar.

Osteópatas profesionales asegura que, día a tras día, se encuentran con casos de niños extremadamente nerviosos, niños agotados tras el parto que duermen todo el día, niños con vegetaciones, etc. Gracias a los tratamientos osteopáticos se pueden tratar:

Alteraciones craneales: Plagiocefalia, braquicefalia, escafocefalia

  • Alteraciones digestivas: Cólicos del lactante, reflujo gastroesofágico (RGE), estreñimiento, gases, problemas de succión y de deglución…
  • Alteraciones nerviosas: Parálisis braquial obstétrica, parálisis facial, compresiones de los pares craneales…
  • Alteraciones emocionales: Nerviosismo, insomnio, ansiedad, irritabilidad, hiperactividad…
  • Alteraciones respiratorias: Bronquitis, bronquiolitis, asma…
  • Alteraciones musculoesqueléticas: Tendinitis, esquinces, contracturas, escoliosis, problemas en las caderas, rodillas, pies
  • Alteraciones ORL y oftalmológicas: Otitis, estrabismo, cierre del lacrimal…

No obstante, al ser una medicina alternativa no regulada en España, este tipo de tratamientos siguen siendo privados, por lo que no nos queda más remedio que buscar clínicas especializadas pediátricas fuera de la seguridad social española.

La osteopatía y el insomnio

Hay recién nacidos y niños pequeños que apenas duermen durante la noche, por lo que regular su sueño es tarea imposible para los padres. A veces, la desesperación es tan grande, que esos bebés acaban siendo tratados médicamente cuando, en realidad, esto no es de todo necesario.

Debemos tener en cuenta que las causas de este trastorno pueden ser muy variadas y pueden aparecer antes del nacimiento por una mala colocación intrauterina, por compresión en los centros nerviosos, posiciones de la cabeza a la hora de dormir, partos complicados e incluso se puede asociar al estreñimiento.

La osteopatía infantil, junto a la terapia cráneo sacra, es capaz de tratar ese insomnio mediante técnicas de reorganización tensional, craneal y corporal.

Sin embargo hay que dejar claro que este tipo de terapia no necesita de fármacos, puede y debe acompañarse de un seguimiento pediátrico y no tiene efectos secundarios. Eso significa que cualquier tipo de medicación que puedan recetarle a su bebé, cualquier tipo de dolor que pueda sentir el niño mientras el profesional realiza la terapia o cualquier tipo de efecto secundario que pueda devenir del tratamiento indica, per se, que no estamos ante un verdadero profesional de la osteopatía y, por ende, debemos denunciarlo inmediatamente con el fin de que la ley pueda actuar lo más rápidamente posible.

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