Pese a las campañas de sensibilización las cifras de abandono animal siguen siendo altas. En 2015 los datos indicaban que se abandonan a más de 137.000 animales de compañía cada año.
Los principales motivos de abandono según las razones dadas por sus propietarios a un refugio suelen referirse al comportamiento animal (15%), seguido de camadas no deseadas (14%), factores económicos (12%), el fin de la temporada de caza (10%) o un cambio de domicilio (9%).
De los animales que suelen ingresar en un centro de recogida, más del 66% son encontrados en la calle, el 34% restante son llevados directamente de entidades de recogida y de estos, solo el 30% son entregados por su dueño.
¿Es en Verano cuándo hay más Abandonos?
A pesar de que la creencia de que se producen más abandonos en la época estival, lo cierto es que según diferentes estudios la recogida de animales se mantiene estable a lo largo del año, mientras que en el caso de los gatos existe un pico de recogidas especialmente en el segundo trimestre al coincidir con el ciclo natural de reproducción.
Sin ir más lejos, una amiga hace poco me contaba lo que le había ocurrido con su gata, y su inesperado embarazo.
Al final, consiguieron encontrar casa para todas las crías peros se vieron en un auténtico problema ya que habían reservado hace tiempo un viaje a Nueva Zelanda e iban a perderlo de no encontrarle casa a todos los bebés.
De hecho, decidieron quedarse con uno y llevárselo con su gata. Por suerte, conocían los servicios de Star-cargo, una empresa que además de dedicarse al transporte de todo tipo de productos a cualquier parte del mundo, también se encarga de transportar mascotas.
Mi amiga me explicó que no era su opción preferida para un viaje tan largo, pero sabía que muchas veces cuando se trata de este tema complicado. Y es que, hay que cumplir con una normativa específica y se requiere una documentación concreta por parte de las aduanas, veterinarios y compañías aéreas.
Lo cierto es que el de mi amiga es un caso con un final feliz, pero no siempre es así. Otro amigo me contaba que, en su caso, también tuvo una situación complicada con su mascota. En su caso, su gata empezó a comportarse de un modo muy extraño, al principio tan solo le bufaba, aunque no lo había hecho nunca antes y al final empezó a atacarle.
Se mostraba muy agresiva y el veterinario solo le daba calmantes sin indicarle qué le podía estar pasando, le comentaba que podía tratarse de estrés, pero nada había cambiado así que mi amigo empezó a valorar que su única opción era darla a una protectora.
Había quien le decía de abandonarla ya que en muchas protectoras al final si no las adoptan y en casos así de comportamiento agresivo había posibilidades de que la mataran, pero terminó decidiéndose por esa opción.
Está claro que hay miles de casos diferentes y situaciones límite, pero no siempre es así. El psicólogo Rafael Martos cree que la base del problema se sitúa en la tenencia irresponsable del animal. “En nuestra cultura, históricamente se le ha dado al animal un sentido utilitarista, de trabajo, de protección, de caza, de comida, de vestimenta…y si se dejan de tener esos intereses se prescinde de él. Si una persona decide tener una mascota debe de ser consciente de su alimentación, de su salud e higiene, de sacarlo a hacer ejercicio. Se toma la decisión de que entre en el hogar, pero no se analizan las consecuencias.”