El comercio electrónico justifica el crecimiento del sector logístico

Hay un sector de actividad que determina cómo se encuentra la economía de un lugar o que nos ofrece una pista acerca de la salud de la que gozan los negocios de ese sitio. Hablamos, como no podía ser de otra manera y como seguro que muchos de vosotros os estáis imaginando, del transporte del mercancías y también de la logística. De la salud de estos depende el buen hacer de los demás y, como es evidente, hay que procurar que nada ni nadie se interponga en una actividad que ha sido clave durante los meses más duros de la pandemia que todavía tenemos ante nuestros ojos.

Una noticia publicada en la web de El Mercantil informaba de que la actividad por carretera estaba creciendo de una manera sostenida en España durante los años anteriores a este 2021. Además, los precios que se manejaban se estaban manteniendo estables, por lo que todas las entidades han tenido la posibilidad de realizar envíos sin que eso haya repercutido de una manera negativa en sus gastos. Ni que decir tiene que esa ha sido una de las claves por las cuales se ha podido incentivar la actividad de las empresas incluso en momentos tan delicados como los que nos ha tocado vivir.

Otra noticia, también publicada durante este 2021 y propiedad del portal web Cadena de Suministro, informaba de que el volumen del transporte de mercancías por carretera estaba creciendo. Desde luego, es una noticia excelente y que pone de manifiesto que nuestro país dispone de una buena salud económica a pesar de todo lo que ha venido sucediendo en los últimos dos años. Esa es la mejor prueba de que venimos haciendo bien las cosas y de que tenemos que seguir por este camino para seguir obteniendo éxitos.

Las noticias que nos viene dejando en los últimos años el sector relativo al transporte de mercancías por carretera son todas positivas. Incluso han sido buenas durante los peores momentos de la pandemia. Los profesionales de Cargolink nos han comentado que ahora, como consecuencia del comercio electrónico, el volumen de trabajo es más grande que en ningún otro momento de la Historia. Eso es lo que hace que estemos hablando de uno de los sectores estratégicos de nuestra economía, un sector que, además, potencie la eficacia y eficiencia de todas las empresas a las que sirve y con las que trabaja.

Se sigue compitiendo por precio… y ahora también por tiempo

Estamos acostumbrados a valorar nuestras compras en función del dinero que nos cueste. Las empresas que se encargan de vender sus productos o servicios también han teniendo en el precio (y también la calidad) su principal arma para competir contra las entidades de su entorno. Sin embargo, en los tiempos que corren se ha introducido una nueva variable que conviene que no olvidemos bajo ningún concepto: hablamos, como no podía ser de otra manera, del tiempo de entrega. Lo que más influye en la logística de hoy es precisamente eso, el tiempo. Cuanto más reducido, más competitivo.

Con todo esto, no nos extraña que esté en constante crecimiento el número de personas que trabajan para el sector de la logística y el transporte. Y es que no solo se necesitan más transportistas para mover las mercancías desde su origen a su destino, sino que también hace falta que haya personas trabajando en un almacén. A más movimiento de productos, más personas hacen falta. Y eso sigue siendo tan real como la vida misma a pesar de que alguien tienda a pensar que la tecnología haga posible que se requieran menos personas trabajando en los almacenes.

Estamos en un momento en el que ser más competitivos que nunca es una necesidad para sobrevivir. El mercado es más feroz que nunca y está claro que hay que mejorar todo lo relativo a los productos (su calidad, su precio, el periodo de su entrega…) para tener verdaderas opciones de que la gente siga confiando en nosotros y en la marca que defendemos. Desde luego, si somos capaces de conseguirlo, tendremos papeletas para intentar que nuestra empresa disponga de opciones de futuro, que es al final de lo que se trata.

Todo esto nos lo ha proporcionado el comercio electrónico, que no cabe la menor duda que es la manera en la que se ha revitalizado la economía después de una de las crisis más potentes de la Historia, la que nos dejó con una mano delante y otra detrás entre los años 2008 y 2016. Ni que decir tiene que el comercio electrónico va a seguir siendo una de las patas de esta economía y que, desde luego, hay que cuidarlo de la mejor manera posible para que nos siga proporcionando todas esas alegrías de las que os hemos venido hablando.

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